El diezmo en el Antiguo y en el Nuevo Testamento de la Biblia.
He oído exclamaciones por las redes sociales de algunos inicuos que tratan de ser maestros diciendo que el diezmo no es bíblico. La Biblia advierte sobre ellos:“Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza”. (II de Pedro 3.17). Y muchos que leen estas herejías y no saben nada de la Biblia se las creen: unos por ignorancia y otros porque les conviene. Debían preguntar ¿El diezmo es bíblico? La repuesta es fácil: es bíblico porque está expuesto en la Biblia desde los tiempos de Abram hasta los del Señor Jesucristo.
¿A quién fue dado el diezmo por primera vez? Algunos indoctos enseñan que el diezmo se le dio a Moisés por primera vez. En el Antiguo Testamento el diezmo fue dado por Abram antes de que existiera la ley. Génesis 14.17-20 dice: “Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: ‘Bendito sea Abram del Dios Altísimo, Creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano’. Y le dio Abram los diezmos de todo”.
Cuatrocientos (400) años antes de que Moisés lo plasmara en la ley, Abram diezmó a Melquisedec, que se le considera como la prefigura de Cristo porque era superior a Abram y porque sus títulos eran mesiánicos.
¿Acaso el diezmo termina con la ley y la gracia lo anula? ¡Falso! Jesús dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”. (Mateo 5.17).
Humanamente Jesús procedía de una familia judía, no diezmar era casi un delito. Al Señor Jesús se le criticó por casi todo, pero nunca se menciona en la Biblia que lo criticaron por no diezmar, si lo hubiera hecho hubiese sido un escándalo imposible de omitir en aquella época. Jesús dijo en Mateo 23.23 “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!. Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han descuidado los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello”. ¿A qué se refiere Jesús que debían practicar ‘sin descuidar aquello’? Jesús no critica la observancia de diezmar, sino la hipocresía con que la conllevaban. Es como decir: “Sigan diezmando de todo, pero háganlo genuinamente, no hipócritamente”.
La otra pregunta ¿Es obligatorio el diezmo bajo a la gracia? Al Señor se le deben dar las primicias (todo lo primero que Dios te conceda) y eso es lo que representa el diezmo, pero no por obligación: “Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”. (II Corintios 9:7). Dios no necesita nuestro dinero, pero nosotros sí necesitamos a Dios.
Yo creo que el diezmo es lo básico, el punto de partida, para comenzar a mostrar el amor que le tenemos a Dios, Quien nos ha dado todo. Dios debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas, no el dinero; el que se excusa porque no le alcanza es porque no da, porque “donde está tu tesoro allí está tu corazón”. (Mateo 6:21). No vale la pena “acumular tesoros en la tierra” (Mateo 6:19) donde todo es temporal, sino en el cielo donde estaremos por la eternidad. “Que no sepa tu mano derecha lo que hace tu izquierda” (Mateo 6:3) se refiere a la limosna y Dios no es un limosnero. Dios no puede ser burlado, se puede engañar a otras personas con excusas. ¡Pero Dios lo sabe todo!. Quien no esté dispuesto a dar o diezmar, y le regatea al Señor, en su corazón tiene a Cristo en baja estima, ni está dispuesto a que reine en él. Recuerden siempre que el Señor es dueño de todo.“De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan”. (Salmo 24.1).
Pastor Angel López – Iglesia Bautista Westland