“Pero por gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más;… pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” – 1 Corintios 15.10. La gracia es el favor inmerecido de Dios. No la hemos ganado, su amor y cuidado por nosotros son regalos gratuitos. Dios te ama como eres y hará que te conviertas en lo que Él te hizo cuando te creó.